Descubre cómo un psiquiatra adulto puede ayudar a tratar el dolor crónico y los trastornos emocionales. Un enfoque integral con psicofármacos y hipnosis mejora tu calidad de vida.
Felipe Allende Castro
2/28/2025 3 min read
El dolor crónico es una experiencia compleja que, además de causar malestar físico persistente, suele ir acompañado de trastornos emocionales como la ansiedad y la depresión. Esta combinación no solo dificulta el manejo del dolor, sino que también amplifica su impacto en la calidad de vida.
Interconexión entre Dolor Crónico y Trastornos Emocionales
Un estudio reciente titulado «Chronic Pain and Comorbid Emotional Disorders: Neural Circuitry and Neuroimmunity Pathways», realizado por Meihong Li, Kepeng She, Pengfei Zhu, Zhen Li, Jieqiong Liu, Fang Luo y Yingze Ye, profundiza en los mecanismos neurobiológicos que vinculan el dolor crónico con las alteraciones emocionales. Los autores destacan cómo la desregulación de neurotransmisores clave—como la serotonina, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) y el glutamato—conduce a cambios funcionales en circuitos neuronales esenciales para el procesamiento del dolor, la regulación emocional y la recompensa.
Int. J. Mol. Sci. 2025, 26(2), 436; https://doi.org/10.3390/ijms26020436
El Papel del Sistema Neuroinmunológico
Además de las alteraciones en los neurotransmisores, el estudio subraya la importancia de los mecanismos neuroinmunológicos en la cronificación del dolor y en los trastornos del estado de ánimo. La activación de células inmunitarias residentes e infiltradas, junto con la liberación de mediadores inflamatorios, contribuye significativamente a esta comorbilidad. Esta interacción entre el sistema nervioso y el sistema inmunológico puede perpetuar tanto el dolor como las afecciones emocionales, creando un ciclo difícil de romper.
Tratamiento Especializado con Psicofármacos
El manejo del dolor crónico y sus trastornos emocionales asociados a menudo requiere un enfoque multidisciplinario. Los psicofármacos desempeñan un papel crucial en este contexto, ya que algunos medicamentos no solo abordan los síntomas psiquiátricos, sino que también tienen efectos analgésicos. Por ejemplo, ciertos antidepresivos y anticonvulsivantes se utilizan para tratar el dolor neuropático, modulando las vías del dolor y mejorando el estado de ánimo del paciente. La selección adecuada de estos fármacos, bajo supervisión médica, es esencial para maximizar los beneficios terapéuticos y minimizar los efectos secundarios.
El Rol de la Hipnosis Ericksoniana en el Tratamiento
La hipnosis ericksoniana es otra herramienta terapéutica que ha mostrado eficacia en el manejo del dolor crónico. Esta técnica utiliza metáforas y sugestiones indirectas para acceder al subconsciente del paciente, promoviendo cambios en la percepción del dolor y en la respuesta emocional al mismo. Al facilitar un estado de relajación profunda, la hipnosis ericksoniana puede ayudar a reducir la intensidad del dolor y mejorar la calidad de vida, especialmente cuando se integra en un plan de tratamiento holístico.
Estrategias Terapéuticas Integrales
Reconociendo la complejidad de esta interrelación, los investigadores abogan por enfoques terapéuticos que aborden simultáneamente los componentes físicos y emocionales del dolor crónico. Entre las estrategias mencionadas se incluyen intervenciones farmacológicas, técnicas de neuromodulación y enfoques integrativos como la hipnosis ericksoniana. La personalización de los tratamientos es esencial para mejorar la eficacia y abordar las necesidades específicas de cada paciente.
Perspectivas Futuras en la Investigación
A pesar de los avances, aún existen lagunas en la comprensión completa de cómo interactúan el dolor crónico y los trastornos emocionales. El estudio enfatiza la necesidad de investigaciones futuras que profundicen en esta compleja relación, con el objetivo de desarrollar tratamientos más efectivos y holísticos que mejoren la calidad de vida de quienes padecen estas afecciones.
En resumen, abordar el dolor crónico y sus trastornos emocionales asociados requiere una comprensión profunda de los mecanismos neurobiológicos y neuroinmunológicos subyacentes. Solo a través de enfoques terapéuticos integrales y personalizados, que incluyan el uso adecuado de psicofármacos y técnicas como la hipnosis ericksoniana, podremos ofrecer soluciones más efectivas a quienes enfrentan este desafío diario